A menudo compramos y vendemos pensando que traerá mayores beneficios, pero ¿te has detenido a pensar cómo afecta eso al riesgo en tu portafolio de inversión?
Cada valor que agregamos o quitamos, aumenta o disminuye el riesgo de nuestro portafolio y recuerda que ese riesgo tiene que estar alineado con tu perfil como inversionista.
¿Cómo lo medimos? Un método muy común es utilizar la varianza y desviación estándar.
La varianza es el promedio de la diferencia de los valores con respecto a la media, elevados al cuadrado. Básicamente la varianza mide qué tan dispersos están los valores de la media, aumentará mientras más dispersos estén, lo que significa un mayor riesgo (Volatilidad).
Eso ya nos da una idea, pero dado que los valores fueron elevados al cuadrado, dejan de estar en la misma unidad de medida que los datos originales. Para solucionarlo, simplemente se toma la raíz cuadrada de la varianza y esto es lo que conocemos como: Desviación estándar.
La mayoría de los software de gestión de portafolios ya calculan estos valores y usándolos podemos medir qué nivel de riesgo tiene nuestro portafolio y cómo se ve afectado con los movimientos que hagamos.
¿Por qué no simplemente se calcula la varianza con el promedio de los valores sin elevarlos al cuadrado?
Por que en algunos casos el resultado daría cero, elevándolos al cuadrado nos aseguramos que todos los valores sean mayores o iguales a cero, así podemos calcular la media
Ahora que conoces sobre el riesgo de tu portafolio de inversión ¿Lo tomarás en cuenta la próxima vez que compres o vendas un valor?
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Foto por: Loic Leray